ella no piensa en ti mientras se viste
Mi cabeza me lo susurra a gritos: despierta, esta pesadilla está durando demasiado. Y sí, me acuesto sin sueños y despierto sin motivos día tras día, tras día. Porque la vida me ha enseñado que no todos los caminos llevan a Roma, que todo lo que no se da se pierde, que no pregunte si la respuesta no me va a gustar, que en este otoño cada día dura tres otoños y, sobretodo, que ella ya no piensa en mí mientras se viste... Parece una tontería, ¿no?
que se lo digan a mi cabeza cada madrugada.
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